viernes, 26 de julio de 2013

LA FUERZA DE LOS DATOS

" La función principal del conocimiento empresarial consiste en localizar e identificar en su constante evolución, los datos reales y las circunstancias tocantes a la tecnología, el mercado y el estilo. La rapidez del moderno cambio técnico, convierte la búsqueda de datos en una necesidad permanente".

Esta gran verdad, obviamente no es mía, es de Alfred P. Sloan Jr. de su libro Mis años en General Motor, un magnífico tratado empresarial, a pesar de los años que tiene, pero viene al caso, por que yo tengo una convicción, que cada vez cobra más fuerza y se hace más sólida. Y no es otra que pensar que la manera más válida de diferenciar nuestra empresa de las demás, la mejor manera de poner distancia entre nosotros y el resto del pelotón, consiste en realizar un magnífico trabajo con la información.

Ganar o perder, dependerá mucho de cómo captemos, gestionemos y utilicemos la información, pues hoy en día hay muchos competidores, y mucha información disponible acerca de ellos, y por supuesto del mercado, que ahora más que nunca mundial, o global, como prefiera el lector.

Los líderes, los ganadores, serán aquellos que sepan desenvolverse en este sistema nervioso de categoría mundial, como es internet, donde la información circula con tal fluidez y rapidez que produce en nuestras empresas, un constante crecimiento de conocimientos.

A veces me parece que las empresas y profesionales, son capaces de adivinar el pensamiento de los consumidores, pero no, no es así, es debido a la eficiencia en los procesos, a la calidad, y en mayor medida a ser capaces de crear un reconocimiento de marca, y por ende ganar en cuota de mercado, lo que podríamos traducir en seguir de cerca al cliente sin agobios, pues el éxito depende de ello.

Pues cuando los procesos se atascan, no prestamos la debida atención a la calidad, ni establecemos el máximo esfuerzo por crear nuestra marca, y nuestro servicio comienza a generar quejas, es cuando estamos realmente perdidos.

Por muy fabulosa que sea nuestra información, si tenemos una mala estrategia, nuestro proyecto está abocado al fracaso, así mismo, si ejecutamos con insolvencia el proyecto, quedaremos derrotados, por muy buen estratega que nos consideremos, y si lo hacemos tan mal, dejaremos de hacer negocios.

No importa sólo con las bondades que podamos contar en nuestro favor - personal capaz y eficiente, buenos productos o servicios, reputación magnífica entre nuestros clientes y liquidez disponible-, necesitamos un flujo de información, rápido y fiable para agilizar nuestros procesos, elevar nuestra calidad de negocio y mejorar en la ejecución y evolución del mismo.

El flujo de la información, es a mi modo de ver, la savia vital de las empresas, porque nos permite sacar el mejor rendimiento de nuestra organización, tanto del personal, como aprender de nuestros clientes.

Un saludo a tod@s.

miércoles, 10 de julio de 2013

SOBRE EL ÉXITO Y EL FRACASO

Realmente hoy no sabía sobre qué temática escribir, si sobre gestión empresarial, si sobre organización, si sobre liderazgo, etc..., así que he optado por repasar anotaciones, apuntes, párrafos sueltos que tengo y por qué no decirlo, alguna que otra frase hecha que tengo por ahí, y con todo ello he compuesto estas líneas sobre la integridad personal.

La mayoría de las veces desconfío de los talantes de fair-play -no importa ganar, lo importante es participar-. Ganar, pero no a toda costa, el fin no justifica los medios. Siendo la rentabilidad un objetivo loable y diría que imprescindible, si es el único e impaciente móvil que anima la vida de la organización puede derivar en obsesión paralizante y arbitraria. Cuando lo que debería ser consecuencia natural de una buena gestión se convierte en objetivo exclusivo, esclavista y cortoplacista, la organización a buen seguro que se resiente y sufre.

Con el éxito, lo equipos se miran el ombligo, se aburguesan y, sin darse cuenta, se auto destruyen. La lógica habitual de -lo que va bien no lo toques- impecable para un mundo estático, no sirve para nuestro entorno cambiante constantemente.

En la derrota se conoce a las personas y a los grandes equipos, por que digan sino ¿quién rompe los platos?, es obvio, quien los maneja y los friega. Además nuestra respuesta al error, o bien fomenta, cultiva y nos entrena como profesionales en una magnífica escuela de negocios como es la experiencia diaria, o bien nos inhibe y mata de raíz las mejores iniciativas y propuestas de cambio.

Si los triunfos se relativizan y digieren con humildad, eludiendo las caricias seductoras y esclavizantes de la auto complacencia y vanidad narcisista, si las derrotas se viven y leen con humildad y propósito de aprender de ellas, uno estará en condiciones de charlar sobre el éxito y el fracaso humano.

Timidez, vergüenza, hipersensibilidad, inquietud nerviosa, incapacidad, inseguridad... menuda batería de palabras, casi siempre prohibidas en nuestra sociedad engañada. Son tabúes y fantasmas que gobiernan a las personas de hoy en día. Si analizamos un poco, sin un mínimo de timidez, la palabra diría burradas, sin un sentimiento de vergüenza y rubor suficientemente compensado, el nuestro sería un mundo de sinvergüenzas, y crean cuando les digo que ya hay unos cuantos de más. Sin la hipersensibilidad, quizás el nuestro sería un mundo sin poesía. Sin la inquietud nerviosa, la anemia y la abulia nos adormecen y anestesian, para no enterarnos de nada a nuestro alrededor, y así seguiría describiendo como todas estas palabras tienen su por qué.

Sin dejar de explicar que sin inseguridad, no hay pregunta, ni duda, ni escucha, ni sociabilidad, puesto que la auto suficiencia falsa nos asfixia, se precisa haber alcanzado cierta seguridad moral, profesional, cultura y por que no espiritual, para reconocernos inseguros y dubitativos.

Más allá de nuestras victorias y derrotas, el único partido que es necesario ganar, es encontrar argucia en la vida, degustarla con plenitud, ¿queremos ser felices?, pues dediquemos parte de nuestro tiempo a realizarnos como seres humanos, y ayudemos y colaboremos con los demás, vamos a convertirnos en personas socialmente solidarias, y no me refiero al aspecto económico que tanta falta nos hace a todos, sino más bien compartiendo con los demás aquello que tan bien sabemos hacer, y que otros tantos necesitamos.

Un saludo a tod@s.

domingo, 7 de julio de 2013

RELACIONES PÚBLICAS PERSONALES

Cuando nos propongamos realizar una campaña de relaciones públicas personales, las tres prioridades sine qua non, son las siguientes:

  • LA PROSPECCIÓN DEL ENTORNO
  • DEFINIR NUESTRO OBJETIVO
  • PLANIFICAR EL TRABAJO


Debemos definir el objetivo de manera coherente sobre todo en el caso más que probable, de que nuestro principal objetivo sea encontrar o mejorar nuestro empleo, debemos proponernos un logro alcanzable y un plazo estimado de conseguirlo, así una vez conseguido el primer objetivo, si lo deseamos, nos propondremos conseguir metas más altas.

Seamos lo más sincero posible con nosotros mismo, todos deseamos un empleo de gran responsabilidad, y sobre todo de gran remuneración, pero realmente estamos preparados para acceder y desempeñar ese cargo? Comencemos por marcarnos como objetivo un empleo más asequible y en el que realmente nos sintamos cómodos y desarrollemos nuestras capacidades y aptitudes profesionales con soltura.

En el caso de la prospección del entorno, al no contar con la orientación y asesoría de un equipo de expertos en la materia, debemos tomar la iniciativa y la acción debe correr a nuestro cargo. Lo primordial es comenzar a investigar en todas direcciones: hacía dentro -nuestras capacidades y aptitudes-, hacía fuera -nuestro entorno y conocidos-, hacía atrás -nuestra trayectoria-, y sobre todo hacía adelante -nuestras perspectivas-. Estas cuestiones nos ayudarán a desarrollar nuestra campaña de manera más creativa y también dará paso a que establezcamos prioridades de mejora.

Es muy importante que nos empleemos a fondo en las cuestiones externas, en especial en definir quienes pueden ser las personas y entidades que pueden estar interesados en nuestro servicios.
No quiero proponer cuales deben ser las preguntas que cada uno debe hacerse, pues en la red podemos encontrar multitud de ella, y cada uno puede componerse su propio cuestionario, según su personalidad y las metas que se proponga.

Cuando nos pongamos a planificar nuestro trabajo de relaciones públicas, debemos tener en cuenta unas pautas de obligado cumplimiento:

  1. Honestidad primero, sobre todo y siempre.
  2. Empatía, comprensión y compasión.
  3. Sinceridad, accesibilidad y franqueza.
  4. Aprovechar la oportunidad.
  5. Ser activo, no simplemente reactivo.

Debemos calcular y planificar, como podemos mejorar la comprensión y aceptación de nuestros servicios con nuestro entorno, entendiendo por ello, todos aquellos con los que mantenemos algún contacto, pues la finalidad principal de las relaciones públicas no es otra que conseguir armonía . Tenemos que planificar acciones para descubrir y eliminar rumores, y fuentes erróneas, así como todo tipo de acciones dirigidas a mejorar las organizaciones con que tengamos relación.

También es muy importan te que tengamos buen gusto en el trato con los demás, y sobre todo que expresemos el deseo de servir y ayudar en todo cuanto podamos a los demás. Pero sobre todo, no tenemos que tener miedo a pedir ayuda y consejo,a todos nos encanta echar una mano, nos hace sentirnos importante.

El fin de las relaciones públicas personales, no es otro que mejorar nuestra imagen con honestidad.

Un saludo a tod@s.

jueves, 4 de julio de 2013

RELACIONES PÚBLICAS

Tras más de veinte días sin conexión a Internet, por cuestiones de cambio de domicilio, me propongo trasladaros a todos vosotros, las notas que he ido acumulando, así como los borradores que tengo de ideas que me van surgiendo. En esta ocasión voy a reflexionar sobre las relaciones públicas, unos cuantos párrafos en principio pues he pensado (de echo estoy en ello), recopilar toda la información profesional posible, y transformarla en unas notas de fácil utilización, para desarrollar nuestras propias relaciones públicas, y conseguir nuestros objetivos, laborales y profesionales.

Las relaciones públicas sirven - o al menos deberían servir - para lavar la cara de cualquier político actual, por ejemplo. O para maquillar el controvertido proceder de una compañía financiera determinada. Las relaciones públicas sirven - o pueden servir - para hacer comprender a la opinión pública, lo correcta que es la actuación de esa institución que todos tenemos en mente (aunque tenga mala pinta la situación), ya que  debemos suponer que busca el bien común. También sirven para sacar del anonimato, a esas personas que tantas cosas buenas hacen por la humanidad, y no quiero dejarme en el tintero, el que sirve para mostrar la cara más amable de los ejércitos de liberación popular, teniendo bien presente el último ejemplo.

Pues bien, ahora que nos hemos rasgado las vestiduras, los que gustamos de ello, digamos que grosso modo, todos sabemos para que sirven las relaciones públicas. Así como grosso modo, sabemos todos que los profesionales de ese gremio trabajan, fundamentalmente con los medios. Grosso modo pues, todos sabemos lo que sabemos todos. Así que sin hacer caso de corporativismos, habitualmente débiles y enfermizos, y mucho menos de los gurús que predican las relaciones públicas como el atajo al equilibrio cósmico, yo propongo que trabajemos un poco cada día, nuestras propias relaciones públicas. Ya sea para la búsqueda de un empleo, para la mejora del actual, como propósito de mejora, o para conseguir el objetivo personal que te marcaste.

Diplomacia, poder, imagen, opinión pública, malas caras, buena prensa, iconos, propósitos, ética y moral, todas estas definiciones o circunstancias, caben en las relaciones públicas, ya sean juntas, ordenadas o revueltas, y quiero informaros que fue en 1.948 en el Reino Unido donde se creó el Instituto de las Relaciones Públicas, y las definió según su última corrección de 1.987 como "El esfuerzo planificado y sostenido para establecer y mantener la buena voluntad y la comprensión mutua entre una organización y sus públicos", a lo que yo añadiría "así como de una persona en la búsqueda y realización de sus objetivos", mucho más completa.

No quiero ponerme pesado, así que desde aquí, os animo a todos vosotros, a indagar y formular vuestra propia definición, y trabajar en ella para conseguir llevar a cabo vuestras propuestas, y objetivos.

Un saludo a tod@s.